CAPITAL RELACIONAL
En el artículo del domingo pasado (28-5-23) dimos a conocer que el 95% de los profesores UCistas, lamentablemente, no habían podido adquirir las pólizas de Hospitalización y Cirugía (HC), venidas y ofertadas desde el modelo polizario de seguros. Esa indeseable, perversa y trágica, pero incontrovertible realidad, lejos de paralizarnos debe ser afrontada como un reto o desafío a nuestra asertividad de colectivo docente universitario.
Asertividad, simple y sencillamente, conjuga la actitud y la aptitud de una persona que está presta y dispuesta a actuar, de un modo tal, que apunta siempre hacia la procura de lograr respuestas positivas. La asertividad es la prescripción que actúa como un antídoto frente al temor y, también, como barrera frente al miedo y la paralización, sirviendo como herramienta eficaz para comprender con empatía las necesidades y aspiraciones de las personas.
Es innegable que los venezolanos y, particularmente los universitarios, vivimos un tiempo trágico plagado de incertidumbre. Ese hecho nos desafía para que actuemos con confianza en nosotros mismos. La confianza en sí mismo es clave si se adopta como predisposición actitudinal. Sabemos que todo cambia menos la ley de los cambios. En nuestro tiempo, los cambios se han acelerado y, por consiguiente, nos imponen circunstancias muy cambiantes. Los miembros de la comunidad UCista estamos demandados a los efectos de que demos respuesta a la crisis de seguridad social que padecemos. Si el estamento docente de la UC, tiene confianza en sí mismo, eso es estimulante y motivante para el ejercicio del protagonismo de su propio destino.
Lo anterior es el fundamento predisponente de la sinergia de voluntades que condujo a la propuesta que hacemos del ESA (Ecosistema Sanitario Autónomo) para la Universidad de Carabobo. No quedarnos de brazos cruzados ante las dificultades. Aguas abajo, surge la necesidad del desarrollo del proyecto UCA (Unidad de Cirugía Ambulatoria) como respuesta a la precariedad salarial que impide al 95% de los profesores financiar vía póliza, la atención de las enfermedades que ameriten hospitalización y cirugía. Me permito señalar, que haciendo uso de nuestro capital relacional universitario vamos a demostrar que somos capaces de lograr que las cosas correctas ocurran.
En efecto, hemos desmontado el andamiaje de excusas que incorrecta e irresponsablemente pretenden justificar la ausencia casi absoluta de nuestro Instituto de Previsión y Ahorro en materia de seguridad en salud. A tal efecto, nuestra respuesta proactiva consiste en que con el concurso benevolente de los ingenieros civiles Matías Granadillo, Gerardo Rodríguez y Shaydell Valbuena, ingenieros civiles egresados de nuestra UC, conjuntamente con el arquitecto y profesor Juan Miranda; ya contamos y, gratuitamente, con el proyecto UCA. Dicho proyecto, contempla el funcionamiento de quirófanos modulares de última tecnología sanitaria a funcionar en espacio adjunto a las instalaciones de UAMI. El financiamiento para concretar a corto plazo este avance en seguridad social en salud debería provenir de la sinergia que se establezca de los pulmones financieros de Fopediuc e Ipapedi.
Como ejemplo de decisiones adecuadas en momentos difíciles y de extrema necesidad humanitaria, puede sostenerse y establecerse el contraste del proyecto UCA que proponemos que, con una cuarta parte del ¡millón de dólares! que vació la “ingeniería financiera” de Ipapedi en Chichiriviche, sería suficiente para la adquisición y equipamiento de un espacio quirúrgico que provea seguridad de tratamiento ante el surgimiento de una enfermedad que requiera atención médica de tercer nivel.
Adicionalmente, como guinda de la torta, se estima conservadoramente, que en los últimos cuatro (4) años, por concepto de pago de prima por póliza de Hospitalización y Cirugía (HC); la transferencia dineraria neta que los arruinados bolsillos de los profesores UCistas hemos hecho a la “alianza estratégica” conformada por Seguros Caracas, Cober Group e Ipapedi, estaría por el orden de ¡dos (2) millones de dólares!
Visto lo visto, mantengo y sostengo que seguir aferrados al modelo polizario por el conducto de la susodicha alianza estratégica, dejó de ser una alternativa pertinente, inteligente y responsable que emane de un instituto de previsión social y ahorro como lo es Ipapedi. La contrapropuesta sustitutiva al modelo polizario, es el Ecosistema Sanitario Autónomo (ESA). La sinergia de las mejores voluntades y capacidades académicas de la universidad, amalgamada con la infraestructura física que ya se tiene del UAMI y, acoplada con la sinergia de los pulmones financieros de Ipapedi y Fopediuc; es el contratipo del prototipo polizario del presente. Además, si nuestras fortalezas internas las sincronizamos y potenciamos con el enorme capital relacional de la UC, habremos pues, construido el andamiaje de la respuesta inteligente y responsable a la atención de la gran mayoría de las enfermedades que ameriten cirugía ambulatoria. Por primera vez en la historia tendríamos, en una infraestructura propia, respuesta oportuna, eficaz y viable, en el tercer nivel de atención médica (nivel quirúrgico), con soportes interinstitucionales e intercooperacionales para ofrecer atención a la enfermedad en un contexto de tragedia salarial.
Profesor(a), es urgente que en Ipapedi se produzca un cambio capaz de proveer soluciones idóneas y no erróneas en materia de seguridad y previsión social para los profesores UCistas y sus respectivos núcleos familiares en los tiempos críticos que padecemos. No es momento de parálisis ni omisión, por el contrario, es tiempo de asertividad proactiva y creencia en nosotros mismos como portadores de capital relacional y por consiguiente generadores de soluciones que contribuyan a mejorar significativamente nuestras condiciones de seguridad social, especialmente en el ámbito prioritario de la salud.
¡Sabemos cómo hacerlo y sin excusas!
¡Elecciones YA!