Catajarria de Cataneo

Catajarria de Cataneo

IPAPEDI: Catajarria de Cataneo es el título de la crónica de este segundo domingo de Adviento, símbolo de la Fe en la llegada de Cristo Jesús como Príncipe espiritual de la Paz. La titulación de la presente entrega es la dicha expresión coloquial, y nos sirve para referirse a una gran cantidad de cosas. La palabra “catajarria” la usamos en Venezuela para describir un montón o, de otro modo, una cantidad considerable de cosas. “Cataneo”, por su parte, es la acción de catanear, es decir, intentar persuadir a alguien con engaños, lisonjas o falsas promesas. IPAPEDI: Catajarria de Cataneo, por lo tanto, se refiere al montón de falsas promesas y viles manipulaciones que vemos propagar a quien, ilegítimamente, preside el IPAPEDI de hoy.


El Instituto de Previsión y Ahorro del Profesorado UCista es el “jardín de seguridad social” que el estamento profesoral entregó un día a las actuales juntas de administración y vigilancia para su cuido y cultivo. Encargo que, supuestamente, dicen haber cumplido ―habiéndose olvidado por completo que era por un tiempo determinado―, pero que en verdad no es más que una mentira descarada que solo les permite pronunciarla su falta de pudor. Lo cual se demuestra palmariamente en la afirmación engañosa de que el patrimonio del Instituto ha crecido en “millones por ciento”.


Los profesores, sentidas víctimas, percibimos las mentiras camufladas con ropaje de verdades y, además, experimentamos en carne propia que la otrora fuente de seguridad social, sencillamente, hoy no existe, habida consideración de que las
mentiras se marchitaron y pudrieron frente a la pura y dura verdad de los hechos.
IPAPEDI es un jardín que durante los últimos 14 años y medio ha sido mal cuidado y en peor forma cultivado y, en consecuencia, se ha ido secando a causa de un extraviado, infausto y cuestionado estilo gerencial. No obstante, IPAPEDI existe en el sentipensamiento de los docentes y esa es la percepción que provee la esperanza de que la previsión social del profesorado y de sus núcleos familiares no se ha perdido para siempre. En el campo del derecho se usa con asiduidad este aforismo:

Todo lo alegado debe ser probado. De seguidas, por tanto, me
propongo alegar y probar solo algunas de las razones por las
cuales, durante casi tres (3) años, hemos abrazado la causa de
sacar del closet, y hacer del conocimiento público la maloliente
carga de pesados lodos, que nos trajeron los contaminados
polvos regados en las infértiles planicies de la pésima gestión.
Por delante, un ejemplo, la construcción de Chichiriviche en
tiempos de depresión y parálisis económica.

Alegato 1. En junio de 2022 el ilegítimo presidente de IPAPEDI
grabó un video encaramado en el techo de la mole de bloque,
cabilla y cemento del denominado “Proyecto Recreacional
Chichiriviche”. Entre la retahíla de sus mentiras, asombra la de
haber afirmado que la obra estaba en etapa de finiquito y, por
consiguiente, casi lista para “el goce y disfrute” de los profesores
y sus respectivas familias.


Prueba 1. Han transcurrido dos años y medio y la obra no se ha
finiquitado, sino que, para nuestra pena y pesar, yace
abandonada y enferma de patología estructural y, para peor
suerte, está a merced del inclemente salitre de la costa
falconiana. El salitre está avergonzando, cada día, a los que,
irresponsablemente, se gastaron allí un millón de dólares
($1.000000) provenientes de los ahorros de toda una vida del
estamento profesoral UCista.


Alegato 2. IPAPEDI es una asociación civil regida por un Estatuto
y una ley sustantiva que imponen a las directivas de los Consejos
de Administración y Vigilancia la presentación anual de memorias
y cuentas ante las asambleas parciales, que las constituimos los
afiliados profesores de la Universidad de Carabobo.


Prueba 2. En marzo de 2023 fue la última vez que se convocaron
las asambleas parciales a los fines de conocer y sancionar las
memorias y cuentas de los años 2019 y 2020. Ambas memorias y
cuentas fueron conocidas, discutidas e improbadas. El 75% de los
profesores votó por la improbación. Las asambleas para la
consideración de las memorias y cuentas de los años 2021, 2022
y 2023 aún no se han convocado, contraviniendo y violando la
normativa vigente.


Alegato 3. El 17 de junio de 2019 fue la última vez que en
IPAPEDI, hubo elecciones. Significa, que en junio venidero del
2025 se cumplen seis (6) años de ese hecho. La norma pauta,
que cada tres (3) años se deben convocar y llevar a cabo los
comicios para elegir todos los cargos sujetos a elección en
nuestro instituto de previsión y ahorro.


Prueba 3. Es incontrovertible que estamos en presencia de una clara
violación del Estatuto del Instituto, por cuanto no existe ninguna razón
de carácter judicial o evento natural sobrevenido, que justifique la no
convocatoria del exigido proceso electoral. Incluso Joel José
González, a la sazón superintendente de cajas de ahorro (SUDECA),
en comunicación fechada agosto de 2024, comunicó a la Rectora
Magnifica Dra. Jessy Divo que el actual presidente y demás miembros
de los Consejos de Administración y Vigilancia estaban y siguen
estando de hecho, y no de derecho al frente de sus cargos.
Lo cual significa que su gestión debe reducirse a la
administración doméstica rutinaria y; por tal motivo, no deben
hacerse inversiones en el mercado de capitales, pues esto sería
una extralimitación de funciones, susceptible de ser conceptuada
como una usurpación de funciones.


Profesor(a), podría seguir exponiendo alegatos a los que le
adosaría otras pruebas, pero considero que las expuestas aquí
son lo suficientemente sustantivas como para que nadie tenga
dudas de que, quienes impugnamos la presente gestión de
IPAPEDI, estamos testimonial y moralmente empoderados para
contribuir y demandar a todos el rescate de algo que es de todos
y para todos. La fotografía con su leyenda adjunta, que
acompañan la presente crónica, creemos, es lo suficientemente
sugestiva para enjuiciar la verdadera dimensión del desvarío y
extravío en el que en mala hora, ha sido sumido el Instituto.

¡En IPAPEDI, Elecciones YA!