DECISIÓN POR UNANIMIDAD EN CU
Conforme a lo pautado, el viernes 5 próximo pasado hubo una sesión ordinaria del Consejo Universitario de la UC. Previsto estaba otorgar el derecho de palabra a los colegas profesores Liliana Camaray y Miguel Meza, en calidad de voceros del grupo de 369 nuevos profesores, de reciente incorporación a nuestra casa de estudios.
El profesor Meza en su derecho de palabra mostró sus dotes de elocuencia pedagógica y, previa explicación y motivación acerca de su comparecencia en el CU, procedió a detallar el contenido de la comunicación, firmada por treinta (30) de los nuevos docentes en la que, con precisión y concisión, se exponía la problemática que actualmente les aqueja y perjudica.
En el CU se estila que, una vez ejercido el derecho de palabra, cualquiera de los consejeros puede preguntar o solicitar alguna aclaratoria directamente al expositor invitado. Una vez concluida esta práctica, el concurrente se retira del salón de sesiones, a lo que puede seguir ―según el carácter controversial del tema― un debate entre los consejeros. De conformidad con este protocolo, en la antes referida sesión del CU se procedió, bajo la orientación de la Rectora Magnífica, Dra.Jessy Divo, a considerar la anómala situación denunciada por los voceros mencionados, el rechazo sostenido por parte de las autoridades de IPAPEDI a dar inscripción en el instituto, a los que son ya profesores ordinarios de nuestra universidad. Un total de 369 profesores, según ha quedado establecido.
La natural contraposición de opiniones, posturas y pareceres que se generan da lugar a la controversia, la cual mediante la deliberación debe alcanzar, por lo general, alguna forma de acuerdo o convención. En el caso en referencia fueron doce (12) los consejeros intervinientes, con la satisfacción de que los diferentes puntos de vista convergieron de modo tal, hasta alcanzar una decisión unánime: Los nuevos profesores, por respeto a sus derechos, consagrados y practicados en los 62 años de existencia de IPAPEDI DEBEN SER INSCRITOS. Y, según mi particular criterio, no podía ni debía ser de otra manera.
De seguidas hago un resumen personal del contenido de la decisión que fuera unánimemente adoptada. Deseo dejar en claro que lo escrito seguidamente es producto interpretativo del acopio del resumen informativo que obtuve de parte de algunos consejeros presentes en la sesión.
El hecho de que después de más de siete (7) meses no hayan sido inscritos en IPAPEDI, los docentes que ganaron concursos de credenciales y oposición en el segundo semestre del año pasado, es un asunto insólito, sorprendente, delicado y hasta grave, si se toma en cuenta que no había ocurrido antes, durante los más de 60 años de vida de nuestro Instituto de Previsión Social de la Universidad de Carabobo.
Su gravedad radica en la negación de un derecho, el de la protección social del profesorado, que, además de estar consagrada por la Ley de Universidades, es también un derecho constitucional. Decisión atentatoria, pues, de un derecho humano por parte del ilegítimo presidente de IPAPEDI, quien desde que se declarara por sobre la ley, al negarse de plano a realizar las elecciones de renovación de autoridades (lleva dos años con su tiempo vencido) viene dando muestras de un mayor autoritarismo repudiable y detestable.
Nuestra felicitación al CU de la Universidad de Carabobo, que actuando con base en su deber moral de ser garante de los derechos del nuevo profesorado, tras agotar diversas vías del diálogo, incluida la de nuestra Rectora Magnífica, quien habló con el profesor Fermín Conde, reivindica ante toda la comunidad universitaria que IPAPEDI es el Instituto de Previsión Social del Profesorado de la UC, por ser el autor histórico de su creación allá por los lejanos días de agosto de 1961.
Es indelegable el deber que tiene la institución de propiciar y garantizar el bienestar de todos los profesores universitarios, que hoy más que nunca acuden en búsqueda de soluciones frente a los problemas, y en procura de la preservación de su derecho a ser parte de IPAPEDI.
Como máxima instancia de la Universidad de Carabobo, el CU está consciente de la urgencia y necesidad de sus miembros, por lo que está obligado a buscar salidas ante la crisis económica y social. Una de ellas la que ha resuelto por unanimidad: garantizar la legal y legítima solicitud. El faro que orienta la decisión del CU es el propósito y espíritu vertido en el artículo 114 de la histórica Ley de Universidades.
La crónica de hoy la intitulo: IPAPEDI: Decisión por Unanimidad en CU, porque me motiva y entusiasma el hecho de destacar y resaltar la convergencia y confluencia de todo el complejo tejido de opiniones particulares, en pro y en favor del interés común del estamento profesoral UCista. La decisión unánime del Consejo no da lugar a dudas: IPAPEDI debe proceder a inscribir de modo inmediato a los 369 profesores que ingresaron a nuestra Alma Mater hace ya ocho (8) largos meses.
Estamos en abril y quizás, hayamos llegado al límite temporal en el que tal vez, por la no inscripción de los nuevos profesores, el monto de los 105 días (3 meses y 1/2) de su bono vacacional será menor, porque en su particular fórmula de cálculo no estará presente el componente de 10% de ahorro por no habérseles inscrito a tiempo en IPAPEDI.
Advierto que no se debe procrastinar lo relativo a dichas inscripciones, porque las implicaciones de un daño patrimonial en el marco de la profunda crisis que nos agobia a todos, podría dar lugar a tomar acciones fuera del ámbito universitario, cosa con la que, en lo personal, siempre, he expresado mis reservas fundamentadas en la fragilidad del Estado de derecho, que percibo impera en el país.
Profesor(a), prefiero seguir apostando a la fuerza moral y virtuosa de los profesores universitarios y al ejercicio perseverante de la libertad y autonomía de pensar y actuar, implicados en la naturaleza de la misión de ser docentes de la Universidad de Carabobo.