Desvarío y Extravío
Cuando mirando escuché el texto que sigue, confieso que saltaron a mi memoria cognitiva las expresiones Desvarío y Extravío.
A continuación, copio y pego, literalmente, el texto al que aludo y, que sea dicho, se atribuye a nuestro actual presidente de Ipapedi:
”Disculpe Dr....pero IPAPEDI no tiene la más mínima responsabilidad en la situación por la que en materia de seguridad social tiene el profesorado. Si existe un responsable son las autoridades ( art 114 de la ley de Universidades) y noto una ignorancia significativa en relación en lo que ha hecho IPAPEDI por coadyuvar para resolver la crisis,profundizada a partir del 2018. IPAPEDOI es una caja de ahorros. Creo que la explicación que les suministré en cuanto a esta materia no fue asimilada Saludos!!”.
Leer que el presidente de nuestro instituto de previsión social, dirigiéndose a un colega exprese: ”.... pero IPAPEDI no tiene la más mínima responsabilidad en la situación por la que en materia de seguridad social tiene el profesorado”, es, por decir lo menos, sorprendente y desconcertante. En efecto, lo mencionado es una exageración difícil de aceptar, porque proviene, no se olvide, de un profesor que ya tiene muchos años ejerciendo el cargo de presidente del instituto.
Pareciera que el Desvarío y Extravío sean la lógica consecuencia del naufragio gerencial, provocado quizá por el excesivo continuismo en el cargo.
Las lecciones del Dr. Oscar Bastidas Delgado en su libro La Economía Social entre la Economía Popular y la Economía Solidaria enseñan que el “nosotros” es determinantemente clave en la acepción de la solidaridad. El nosotros es el estadio de la interdependencia en el que las mejores voluntades y capacidades hacen sinergia para resolver problemas sociales complejos.
Entonces,¿por qué seguir calificando de solidario a un modo de conducción institucional personalista, que día a día se percibe distante y que se aleja de las auténticas y reales necesidades de los profesores asociados?
El reconocimiento es una condición necesaria para la convivencia y tolerancia. Si queremos que en nuestro Ipapedi reine el espíritu de solidaridad como valor, no lo lograremos con decires, hay que construirlo con haceres.
Hay quienes consideran a la solidaridad como un principio ético estrechamente relacionado con la bondad, ayuda mutua, respeto mutuo, tolerancia y justicia.
La emergencia humanitaria compleja que vivimos los profesores UCistas es una realidad envolvente que nos afecta a todos. Siendo así, ¿cómo se puede sostener que Ipapedi no tiene la más mínima responsabilidad en materia de seguridad social para con sus asociados afectados?
Ipapedi, que es una asociación, tiene como leitmotiv generar beneficios para sus asociados. Más de carácter social que excedentes económicos (dividendos), por su naturaleza de ser un instituto de previsión social. Es decir, el balance económico se compensaría con un favorable balance social. Desafortunadamente, la actual gestión de Ipapedi no brinda a los profesores, ni lo uno ni lo otro. En criollo: ni lava ni presta la batea.
He venido planteando y proponiendo que en nuestra UC para superar las dificultades en materia de seguridad social, es menester construir desde el reconocimiento y respeto mutuo una plataforma actitudinal y aptitudinal, que sirva de andamiaje al Ecosistema Sanitario Autónomo (ESA). Podemos lograrlo invocando y convocando la sinergia protagónica de las mejores voluntades y capacidades de la UC.
Profesor(a), en IPAPEDI tenemos dos caminos: el continuismo o el cambio.
¡Vamos por el cambio!
¡Sabemos cómo hacerlo y sin excusas!