El PERI, ¿qué es?
El domingo próximo pasado hice entrega de la crónica intitulada COLAPSO o PROLAPSO Institucional, relato en el que ponía de relieve que en Ipapedi no estamos ante un inminente colapso, como lo anunciara quien, irregularmente, lo preside, sino que el instituto tiene un prolapso a consecuencia del evidente desvarío y extravío de la actual administración.
Era previsible que el hundimiento de una gestión signada por el personalismo a ultranza, comenzara a experimentar la corrosión psicológica producida por el salitre del mar de desaciertos y confusiones en la que sigue engolfada. Cerraba dicha nota, asegurando que un colapso institucional se evitaría corrigiendo el dicho prolapso institucional.
PERI son para nosotros las siglas con las que denominaremos los Planes Estratégicos de Recuperación de Ipapedi. PERI serían entonces las simultáneas y sincronizadas actividades analíticas y creativas con las que, un grupo interdisciplinar conformado por las mejores voluntades y capacidades de profesores UCistas, llevaría a cabo el proceso de corrección del malhadado prolapso institucional imperante. Pondríamos con ello a prueba nuestra predisposición actitudinal y espíritu de perseverancia.
Los docentes tenemos las cualidades para vencer las dificultades: preparación académica, traducida en sapiencia; acerada voluntad; lealtad al deber, y esperanza e ideales.
En un reciente y ameno intercambio de ideas, pareceres y enfoques, que sostuve con el profesor Dr. Oswaldo Ortega de FaCES La Morita, me sugirió denominar PERI a la necesaria, perentoria e impostergable tarea de recuperar, reflotar y, sobre todo, reorientar a Ipapedi. Estamos todos convocados y obligados --dice el profesor Ortega-- a un proceso de formulación de objetivos del futuro Ipapedi, así como también a la fijación de políticas y programas necesarios para el logro de los objetivos con sus correspondientes metas adosadas.
Esta reflotación, recuperación y reorientación anhelada, amerita y requiere del análisis y estudio del macro sistema del cual debe necesariamente hacer parte el ente en el que los profesores UCistas hemos consagrado nuestros ahorros previsionales, con el sueño de que contaríamos con un back up de previsión social y, por consiguiente, de seguridad social.
El abordaje de la actual realidad de Ipapedi no puede hacerse por la presente administración, pues se trata de un andamiaje armado con el enfoque de operativos episódicos, que van y vienen, maquillados con efectos de ilusión óptica propio de vitrinas engañosas.
Es preciso usar la racionalidad certera y eficaz para modificar y cambiar la realidad en la que hoy, lamentablemente, está sumido nuestro instituto de previsión y ahorros. Es menester analizar la actual y presente situación para delinear y proyectar lo que queremos que sea el Ipapedi del mañana inmediato.
La actitud del colectivo profesoral es crucial para alcanzar la concreción de lo que queremos, que, en esencia, es la eficacia de lo pautado. Hay que asumir la causa que nos convoca con una actitud proactiva y propositiva que traiga a tiempo presente las muchas cosas buenas del Ipapedi que fue ayer; que nos incentive para la aplicación de la prudencia lógica para no arruinar el presente y que nos faculte, dote y potencie de optimismo desafiante y retador para labrar el futuro que anhelamos y merecemos.
Los próximos y nuevos Consejos de Administración y de Vigilancia de Ipapedi no podrían identificar, categorizar, procesar y transformar problemas que afectan a los asociados, sin que, precedentemente, se haga uso de la planificación estratégica en rol de bitácora.
Reitero la convocatoria, invocación e invitación a la sinergia de todos los profesores UCistas a los efectos de que seamos protagonistas de nuestro propio destino.
Profesor(a), en Ipapedi tenemos dos caminos, el continuismo o el cambio.