¡Elecciones YA!

¡Elecciones YA!

Fue un miércoles, 17 de junio de 2019, la última vez que los profesores de la UC fuimos convocados a ejercer el derecho al voto en elecciones de IPAPEDI. Tal vez esté de más decir que, tanto el Estatuto de Ipapedi como la Ley de Cajas de Ahorro, establecen que los comicios para elegir autoridades y representaciones deben celebrarse cada tres años (3). Y como el dicho dice que, para muestra basta un botón, nos limitaremos a citar de la referida Ley el siguiente artículo: Artículo 34.

“Los miembros del Consejo de Administración, Consejo de Vigilancia, Delegados o Delegadas serán electos o electas por votación directa, personal y secreta y uninominal, por un período de tres años (03), y podrían ser reelectos o reelectas mediante un proceso electoral”.

A fecha de hoy, estamos ya finalizando el año 2024, y todavía no se han llevado a cabo las elecciones que debieron ocurrir en 2022, de conformidad con lo que cada quien puede leer en la Ley. Hace, pues, dos (2) años y cuatro meses que la actual directiva del Instituto debió convocar y realizar el debido proceso electoral, pero lamentablemente eso no ha sucedido.

El estamento profesoral de la Universidad de Carabobo, ha pagado caro el incumplimiento de algo que está en el ámbito de la responsabilidad legal y moral de los Consejos de Administración y Vigilancia de nuestro Instituto de Previsión y Ahorro.

Mientras tanto, durante dos (2) años y medio, un grupo de profesores, con humildad y firmeza franciscanas, hemos abrazado la causa de solicitar, contra viento y marea, que sea restablecida la legalidad infringida. Sí, nuestra lucha ha sido larga y tenaz, por lo que nos resulta comprensible que algunos se hayan cansado, pero a Dios gracias, los más han sido perseverantes y da gusto saber que aún mantienen su motivación, así como la franciscana paciencia y prudencia del caso.
Ello testimonia y demuestra que cuando se tiene un porqué por el cual luchar, siempre se podrá encontrar un cómo luchar. Por nuestra parte, hemos sembrado la verdad como una luz, a pesar de que algunos lo pretendan ignorar, solapar u ocultar. La luz habrá de manifestarse y la verdad prevalecerá.

¡Ánimo profesor(a) UCista!

Nuestro talante cívico es inmanente a nuestra condición de profesores universitarios y sabemos que nuestro comedimiento, con el favor de Dios, muy pronto será premiado, recompensado, lo que nos devolverá la alegría, de la que nuestra Alma Mater nos ha provisto, para que podamos dar cumplimiento a nuestra virtuosa y alta misión.

Ha sido público, notorio y comunicacional las varias veces que el ilegítimo presidente de IPAPEDI, así como los miembros de los Consejos de Administración y Vigilancia se han pronunciado en torno a las elecciones. Lo más reciente fue en febrero 20 del año en curso, cuando refirieron el “acta de compromiso” contraída por el susodicho presidente con la Superintendencia de Cajas de Ahorro (SUDECA) a los fines de dar pronto inicio al proceso electoral.
Para todos es harto conocido que el período de gestión está más que vencido. A tal efecto, se hace necesario recordar que a SUDECA, como órgano oficial, corresponde la responsabilidad legal de hacer cumplir la ley sustantiva que regula las actividades de IPAPEDI.

En efecto, SUDECA, como ente de control, está obligada a garantizar el cumplimiento de lo establecido en el artículo 76 en los numerales 1; 8 y 15 de la Ley de Cajas de Ahorro. Asimismo, SUDECA, por simple cumplimiento de lo que dicta la ley, está demandada y obligada a exigir a la directiva de IPAPEDI, como Asociación Civil que es, a realizar las elecciones en falta, dado el vencimiento de su actual período de gestión, pues así lo prescribe el anteriormente citado artículo 34, y, no se olvide, para todos los cargos electivos de representación.

El actual ejercicio de las funciones de la directiva es una gestión de hecho (de facto) y no de derecho (de iure), lo cual implica un tipo de administración simple, esto es, la referida a las operaciones ordinarias, regulares y habituales del instituto. Cabe advertir, por tanto, que no debiera esta ilegítima administración decidir y hacer cosas que vayan más allá de lo doméstico y cotidiano (pago de servicios públicos, nómina de empleados, vales de caja, etc). Cosas fuera de ese límite, pudieran considerarse una usurpación de funciones, lo cual, como antes lo hemos dicho, configura un delito penado por el ordenamiento legal venezolano.

Profesor(a), llegó el momento para la movilización sin retorno. Vale decir, que no cesaremos nuestras acciones hasta que se lleven a cabo las elecciones y que el profesorado UCista decida libérrimamente, entre el continuismo indeseado y el cambio anhelado.
A partir de mañana lunes 28 estaremos informando de las acciones y movilizaciones que será menester hacer a los fines de que las elecciones las realicemos antes de que llegue a su fin el presente 2024.

Apelo a la conciencia individual de cada docente para amalgamar la formación de una gran fuerza cívica colectiva, que sea capaz de exorcizar la idea de que la previsión social de los profesores sea una función que dependa del envite y el azar, devenida de rifas y sorteos de teléfonos, carros y bolsos llenos de golosinas y chocolates.

La codicia, la tentación totalitaria y la ansiedad de protagonismo es pobreza; empero la fe en Dios y la confianza en uno mismo, es la auténtica riqueza espiritual. Soy, por otra parte, un convencido de que el rendimiento dinerario que son capaces de producir los pulmones financieros de IPAPEDI y FOPEDIUC, deben ser usados en la previsión y seguridad social del profesorado y su familia. Toda otra cosa podría no ser una prioridad; esta última es definitivamente nuestra prioridad.