SINDEMIA PROBLEMÁTICA
El término Sindemia es un neologismo creado con la unión de las palabras sinergia y epidemia. La expresión fue concebida por el Dr. Merril Singer, médico estadounidense en la década de los noventa. La palabra denota la presencia de dos o más enfermedades que hacen superposición, de tal manera, que causan un daño mayor que la simple acción individual de cada patología. No obstante, si pensamos desde una perspectiva lato sensu, al vocablo sindemia se le puede conceder la licencia de ser extendido en su aplicación al ámbito social. Lo que quiere decir que podemos suponer la existencia de una problemática, consistente de varios problemas susceptibles de converger y dar lugar a una sindemia.
La presente crónica la intitulo:
IPAPEDI: Sindemia Problemática, habida consideración de mi convencimiento, según el cual, en nuestro instituto de previsión y ahorro convergen y se unen varios problemas de carácter humanitario que impactan la cotidiana vivencia del estamento profesoral UCista. Los siete (7) hechos incontrovertibles que enuncio a continuación no dejan espacio a la duda de que en Ipapedi estamos en presencia de una “sindemia problemática”.
Veamos:
En efecto, 1. Vamos ya para cinco (5) años sin que a los profesores asociados al instituto se nos paguen los dividendos o excedentes causados, cosa nunca antes vista en 62 años. 2. El hecho, por cierto, rayano en lo insólito de que “el monto del préstamo personal concedido a los docentes cada 10 meses, es de menos de tres (3) dólares” (léase que 10 meses es la frecuencia con la que puede un profesor solicitar dicho crédito). 3. Estamos llegando al fin del año 2023, y con este será el quinto año consecutivo sin el disfrute del tradicional obsequio navideño, un evento de encuentro e icónico de la fiesta decembrina del profesorado. 4. Sigue la absurda disposición que viola el derecho a retiro de ahorros establecido en el Estatuto vigente, y regente del leit motiv de nuestro ente previsivo. 5. Igualmente, la extraña circunstancia de que, en Ipapedi, muchos profesores no tienen acreencias sino deudas, que intuitu personae, no han sido contraídas y mucho menos consentidas. 6. Asimismo, se mantiene la opacidad informativa respecto al por qué y el cómo, durante 7 años, de los ahorros de Ipapedi se fue vaciando en Chichiriviche un millón de dólares ($1000000), en una mole de bloque, cabilla y cemento, que al día de hoy está a merced del impacto corrosivo y destructivo del salitre; lo cual, dolorosamente, hace suponer que se pudo haber perdido parte importante de nuestros ahorros colectivos, los de toda una vida; y 7, como colofón de este desvarío y extravío gerencial, quienes integran las directivas de los consejos de administración y vigilancia, junto al grupo de privilegiados, se muestran irresponsables y reticentes a convocar el proceso electoral, que decretaría el óbito de la sindemia problemática, que sería el alumbramiento del renacimiento tan anhelado y esperado.
La Emergencia Humanitaria Compleja (EHC), lo hemos dicho en reiteradas oportunidades, es una crisis de grado sumo, afortunadamente reversible. La convocatoria del proceso electoral marcaría el inicio de dicha reversión. Los profesores tenemos derecho al ejercicio del sufragio en unas elecciones libres, democráticas y universitarias. Me permito recordar que, el ilegítimo presidente de Ipapedi, en un comunicado fechado 16-02-2023, y hecho público por vía de las redes sociales, comprometió su palabra y la de las directivas de los consejos de administración y vigilancia al convocar las elecciones en el segundo cuatrimestre del año. No honraron la palabra empeñada. Además, el pasado 03 de agosto de 2023 ante veinte (20) profesores y en la sede del instituto (video público), una vez más, el profesor Conde se comprometió a llamar a comicios entre octubre y noviembre. Hoy es domingo 08 de octubre, y no hay evidencia alguna de una acción o hecho convincente, que presagie el cumplimiento de su responsabilidad legal y, sobretodo, de su obligación ética como profesor universitario.
El tiempo pasa y la paciencia cívica de los profesores se agota. Las elecciones en todo el tejido institucional de la UC son un imperativo indiscutible. Los procesos electorales se deben llevar a cabo en las condiciones y lapsos establecidos en las normas y no cuando convenga a un determinado grupo de interés. Preservar la institucionalidad universitaria es un triunfo que nos beneficia y conviene a todos.
Vayamos de ida a las contiendas electorales y de vuelta convoquemos a las mejores voluntades y capacidades a la sinergia interinstitucional, que nos hará ser a los universitarios protagonistas de nuestro propio destino.