UC ALEGRÍA Y TRISTEZA
En la crónica Nº 81, consagrada al rescate de IPAPEDI, fechada domingo 5N del año en curso, y denominada
UC ELECCIONES 2023, afirmé que la convocatoria de las elecciones para el 29N en nuestra casa de estudios
era, tal vez, la noticia más importante y la que más alegría había despertado en la comunidad UCista a lo
largo del año 2023.
En la presente crónica, la Nº 83, dedicada igualmente a
la causa de IPAPEDI, hoy domingo 19N, siento que debo decir, con mucha sinceridad, que la noticia con
mayor contenido de tristeza que hayamos podido recibir los UCistas, en el presente año de 2023, es la emanada el pasado lunes 13N del TSJ, en la que se
anunció la suspensión del proceso electoral, donde serían elegidas las autoridades rectorales, decanales, y
del Consejo de Apelaciones de nuestra UC.
Tanto la Alegría como la Tristeza son dos emociones que nos causan una alteración del ánimo intensa o
pasajera, agradable la primera y penosa la segunda, que podrían ir asociadas a una cierta alteración somática.
En el caso de la Universidad de Carabobo, se podría decir que casi todos los miembros de esta comunidad
experimentamos y expresamos muestras de alegría cuando el Consejo Universitario (CU), por vía de la
Comisión Electoral Universitaria (CEU), nos dio a conocer la buena noticia, según la cual, después de 15 años, volveríamos a hacer uso del sufragio para
testimoniar nuestro talante democrático y de alternabilidad institucional.
Sentíamos que habían comenzado a soplar vientos de cambios. Por un momento vimos en nuestras mentes y
sentimos en nuestros corazones el retorno de la alternancia institucional, como supremo y esencial valor
universitario.
Sin embargo, el quehacer de la universidad, concebido
como un sistema permanente de interacción humana
académica, en el que “todo puede cambiar menos la ley de los cambios”
, resultó en el curso de la semana
que recién culminó en un sentimiento de tristeza que nos embargó y arropó. Tristeza que cambió nuestro
estado anímico, trayéndonos congoja, aflicción y desolación, desencadenados por la decisión del TSJ de
suspender los comicios; lo cual rechazamos y condenamos contundentemente.
No obstante, y por fortuna, estos indeseados efectos anímicos tienen carácter transitorio y, los UCistas, que
vivimos en la casa que vence las sombras, estamos obligados a devolverle la alegría a nuestra Alma Mater.
Aunque para muchos parezca no ser cierto, una flecha solo puede ser lanzada hacia adelante con gran velocidad de salida y perspectiva de largo alcance, si
previamente, la halamos hacia atrás lo más que se pueda.
Del mismo modo, si hoy los profesores como actores principalísimos de la academia, percibimos que las
circunstancias nos están llevando hacia atrás y llenando de incomodidades generadoras de tristeza, es
porque, realmente, nos están predisponiendo para
lanzarnos hacia momentos estelares en los que llegaremos a ser protagonistas de nuestro propio destino.
No malgastemos nuestra fuente motivante de energía emocional en preocupaciones pasajeras. Sabemos que
la clave de la eficacia no radica en estar ocupado; ser eficaz significa ante todo estar debidamente enfocado.
Es ello lo que nos garantiza conducir por el sendero correcto, que nos lleve al logro de los objetivos visionados, proyectados y debidamente formulados.
No permitamos de ningún modo que la tristeza transitoria nos haga decaer, y que, por consiguiente, le demos el gusto a quienes no sienten a la universidad
como la sentimos los que, además de tener con ella una deuda de eterna gratitud, la concebimos como la
cuna que nos albergó, forjó y formó en nuestra intelectualidad.
Por nuestra parte, debemos permanecer de pie, erguidos, alegres y unidos, sostenidos por el andamiaje de las luces que de ella hemos recibido. Debemos
llenarnos de ilusión, de planes y proyectos y nunca dejar de sentir las ganas de soñar. Pues todo ello
constituye el sistema de encendido y motivación emocional, que ha hecho posible poner en marcha a las mejores voluntades y capacidades para proponer el Ecosistema Productivo Académico (EPA) y el Ecosistema Sanitario Autónomo (ESA) como soluciones a los dos (2) más importantes problemas
que tiene actualmente el estamento profesoral de la UC, como sin duda lo son la precariedad salarial y la
vulnerabilidad ante la enfermedad.