VISIÓN DE FUTURO
En 2007 siendo vicerrector administrativo de mi UC y presidente del Fopediuc, me vi en la necesidad de expresar mi reserva con la remisión a la universidad del aporte financiero que por mandato del estatuto, debía enterarse a la tesorería de nuestra alma mater. El asunto tuvo que ver conque el tesorero del fondo llevó al seno de una reunión de directiva; para nuestra consideración y aprobación, la orden del traspaso dinerario según lo dispuesto en el artículo 4 estatutario. Para que nos orientemos en el tema, me permito copiar y pegar el artículo del estatuto de Fopediuc, que refería la contribución de marras.
Artículo 4: “La contribución de FOPEDIUC a la Universidad de Carabobo prevista en el artículo anterior, se hará con base en la estimación de la rentabilidad mínima anual, calculada de acuerdo a las proyecciones del ejercicio económico durante los primeros seis (6) meses del año, y se realizará con un porcentaje de dicha estimación, que sin comprometer la operatividad de FOPEDIUC, disponga su Junta Directiva.
Parágrafo Primero: Dicho aporte deberá ser incluido en su totalidad en el Presupuesto de la Universidad, correspondiente al ejercicio económico inmediato siguiente, con destino al pago de jubilaciones y pensiones del personal docente y de investigación.
Parágrafo Segundo: El cumplimiento de lo establecido en este artículo se hará constar en Acta levantada al efecto, suscrita por las autoridades universitarias y los miembros de la Junta Directiva de FOPEDIUC, durante el primer semestre del año inmediato siguiente”.
Mis observaciones para no ordenar la contribución, las fundamentaba y justificaba en que; según mi parecer, la universidad no debía destinar esa disponibilidad financiera para usarla en planta física. Mi posición era, que ese recurso debía ser destinado y usado para coadyuvar con la seguridad social del estamento profesoral; habida consideración que el Estado venezolano hacía ya cierto tiempo, era quien cargaba con el pago de las jubilaciones y pensiones. En un primer momento nos pusimos de acuerdo para estar en desacuerdo. Luego, como producto de varias reuniones e intercambios de pareceres y posiciones; convinimos, que yo como presidente de Fopediuc ordenaba la citada transferencia pero con la condición, de que con parte de ese dinero, la universidad compraría las dos (2) salas de cine de la viña, ubicadas al lado del UAMI.
El acuerdo alcanzado me permitió afianzar la idea que tenía en ese entonces, y que todavía hoy mantengo y sostengo. Idea según la cual, el verdadero y más preciado patrimonio de la universidad es su capital humano y principalísimamente sus profesores, y no la planta física del bloque, la cabilla y el cemento. Mi querencia de echar las bases para la construcción de una sólida seguridad social, sentí que había avanzado. Finalmente y felizmente, la Universidad de Carabobo compró por un monto de doscientos (200) millones de bolívares, el área de mil seiscientos (1600) metros cuadrados de las referidas salas de cine.
La presente crónica la titulo: IPAPEDI: VISIÓN de FUTURO. Quince (15) años después de haber comprado las salas y haber dejado el proyecto de ampliación del UAMI; está revivida en nosotros, la imagen del sitio grabado en el sentimiento en el que queremos ver la seguridad social de nuestra UC. En efecto, la compra de las dos (2) salas de cine, la hicimos porque era el espacio donde el Dr. Carlos Villaverde director fundador de UAMI, mi persona y otros tantos docentes, habíamos soñado y proyectado entre otros servicios, la puesta en funcionamiento de dos (2) quirófanos para saldar la deuda histórica en materia de atención a la enfermedad en el tercer nivel.
El tiempo ha pasado y los profesores UCistas padecemos y vivimos en una Emergencia Humanitaria Compleja (EHC), la cual nos reta para que proactivamente montemos el Ecosistema Sanitario Autónomo (ESA), aún en contra de quienes persisten seguir con el negocio del modelo polizario, alegando querer mejorar, pero sin querer cambiar. Los profesores estamos decididos y comprometidos con el hacer, por cuánto en oportunidades, hemos resultado ser prisioneros de la parálisis por exceso de análisis. Estamos convencidos de que tomar decisiones sin adosarle una acción, es el camino seguro a la desilusión y a la frustración. Hemos hecho uso de nuestro capital relacional y ya tenemos el proyecto de la Unidad de Cirugía Ambulatoria (UCA). La puesta en funcionamiento del Ecosistema Sanitario Autónomo (ESA), es nuestra propuesta y apuesta de visión de futuro. Dejaremos como legado de contribución a nuestra casa de estudios; el haber querido, sabido y podido devolverle a Ipapedi su rol de institución rectora de la previsión social del profesorado UCista, en franca sinergia interinstitucional e intercooperacional.