¡Deficiente y Vencido!

¡Deficiente y Vencido!

El pasado viernes 25 de abril hubo sesión del Consejo Universitario. Lo cual sirvió de ocasión para que la rectora magnífica Dra. Jessy Divo de Romero presentara al cuerpo un pormenorizado informe, resultado de la visita que junto con el Dr. David Rutman, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, dispensara en días anteriores, a la Superintendencia de Cajas de Ahorro ―SUDECA.

La rectora, con la elocuencia que la caracteriza, dio a conocer al órgano de autoridad suprema de la Universidad ―el Consejo Universitario― la percepción y juicio que tiene la dicha Superintendencia como supremo órgano de control, fiscalización, supervisión y regulación de las asociaciones de ahorro del país, respecto del IPAPEDI, que, por ser una institución de previsión social, mantiene una caja de ahorro previsional, distinguida a los efectos de la actual Ley de Cajas de Ahorro [forma abreviada] como parte de las asociaciones de ahorro similares, según lo establece en su artículo 3.

Adicionalmente, de forma masiva, y por vía de las cuentas oficiales de la UC se posteó en el ámbito de las redes sociales, la información relativa al problema de hondo calado institucional que ha resultado ser el asunto de la previsión y seguridad social de todo el tejido social de la comunidad UCista.

La crónica de hoy domingo la intitulo: IPAPEDI: Deficiente y Vencido, por cuanto me quiero referir a la apreciación administrativa y jurídica que SUDECA ha expresado sobre el IPAPEDI. El cuadro esquemático hecho por el dicho organismo, y con el que acompaño a la presente entrega, es el fundamento incontrovertible de nuestro comentario. Comencemos, en primer término, por definir qué se entiende por algo ¡Deficiente!

Que el desempeño de un ente como IPAPEDI sea calificado por SUDECA como deficiente, puede significar llanamente que no cumple adecuadamente con los criterios que sobre funciones, metas o estándares se esperan del Instituto. Esto puede referirse a varios aspectos, como por ejemplo: Ineficiencia en la gestión (recursos mal utilizados, retraso, extravío y desvarío gerencial). Balance por debajo de lo esperado, ya sea en cantidad o calidad administrativa y gerencial. Baja capacidad de respuesta eficaz ante las necesidades o demandas del profesorado asociado de la UC.

La expresión ¡Vencido! en lo que nos atañe y compete, la podemos entender como referencia al hecho de que IPAPEDI ha incumplido notoriamente sus obligaciones en los plazos establecidos, o que ha dejado de cumplir con los lapsos establecidos en cuanto a su funcionamiento legal u operativo.

Veamos:

IPAPEDI está vencido, porque ha incumplido obligaciones legales y formales, a saber: no ha presentado las memoria y cuenta correspondientes a los años 2021-2022-2023 y 2024. De igual manera, estaría en mora con la presentación de los presupuestos de Ingresos, Gastos e Inversión, y por supuesto con los Planes Anuales de Actividades. Así como ha incumplido con el deber de pagar los dividendos a sus asociados durante estos últimos seis (6) años, dando muestras de un grave desorden administrativo.

Como bien se sabe, las directivas de los Consejos de Administración y de Vigilancia tienen sus períodos vencidos desde el 2022. Es decir, hace tres (3) años que debieron culminar sus gestiones.

El instituto no responde ni siquiera a los requerimientos del máximo organismo supervisor, SUDECA. Lleva en su seno una especie de pecado original al carecer de toda legitimidad, al no haber efectuado las elecciones en su debido tiempo; ni haber procurado la organización de sus cuentas que le hubiese permitido rendir cuentas para exorcizar la opacidad informativa imperante.

Profesor(a), tres (3) años de prudencia, paciencia y perseverancia son el firme testimonio de la más larga lucha que se haya llevado a cabo en la Universidad de Carabobo en defensa de caros principios universitarios como la defensa de la salud y la previsión social, y sacrosantos valores del ejercicio democrático.

Estamos en la procura de hacer lo correcto, correctamente. Hacer lo correcto, correctamente, significa pensar, decir y hacer de acuerdo con lo que es éticamente justo o adecuado y hacerlo de la mejor manera posible, con cuidado, precisión y competencia de conformidad con nuestra condición de profesores universitarios.

¡En IPAPEDI, Elecciones YA!